ARTY HAUSSMANNIAN CON UNA SUBLIME ZONA DE BIENESTAR

El edificio no ha perdido nada de su prestigio al estilo Haussmann en esta calle del muy chic distrito 16 de París. En la esquina de la avenida Victor-Hugo, no lejos de la Etoile, se encuentra un piso típicamente parisino, con una superficie total de 228 m² (128 m2 disponibles), ideal para una pequeña reunión, un rodaje, una producción o filmación, un taller, una presentación o lanzamiento de producto, o incluso una pop-up store. Y es al final de estas líneas donde comienza la visita. Desde el momento en que se entra, se ve muy lejos. Los volúmenes son tan sorprendentes como fascinantes en la galería de entrada, que conduce a una hermosa zona de recepción. En el magnífico salón, un juego de columnas y texturas interactúa con la luz, creando perspectivas y ambientando un interior radical, precioso, apacible y delicado. Chimeneas de época, molduras y parqué en espiga crean un entorno cantarín, donde los muebles escultóricos y el arte de la neutralidad resuenan con una bella tonalidad. Además de seguir el suave mandato de tranquilidad de los propietarios, la paleta de colores está deliberadamente limitada para dar todo el énfasis a la claridad. En el comedor contiguo encontrará una suntuosa mesa escultórica de hormigón iluminada por una constelación de puntos de luz hechos a medida. La historia continúa en otro pequeño salón formalmente elegante, transformado en sala de tratamientos, con sillones decididamente contemporáneos. Aquí es donde suele trabajar a diario una de las más reputadas facialistas del elegante distrito XVI, experta en Kobido. Este espacio único hace de este piso el lugar ideal para presentar y lanzar todas las nuevas gamas de cosméticos y tratamientos del momento. Las proporciones son hermosas, las estancias amplias y altas. El arte de lo hecho a mano... Todo en este piso es un signo de lujo discreto, sin ostentación. Y para aumentar el ensueño, hay una cocina independiente, totalmente equipada, donde podrá preparar platos ligeros y sofisticados. Un diálogo entre pasado y presente en este piso, donde el minimalismo contemporáneo y el caché de antaño se unen en una lograda mezcla.